Judías Verdes
Las judías verdes o vainas (Phaseolus vulgaris), pertenecientes a la familia de las Leguminosas, son muy consumidas en nuestro país y forman parte de numerosas recetas, algunas tan tradicionales como las que se preparan con jamón y otras con un toque más innovador, como los tagliatelle o con bacalao o pimientos.
Aunque están disponible casi todo el año, es en primavera y verano cuando están en su mejor momento. La variedad más consumida en nuestro país es la perona, ancha, plana, de color verde brillante y unos 15 cm de longitud; le sigue de cerca la helda, de calidad algo menor, pues es menos tierna y tiene más hilos. Existen muchas más variedades de diferentes colores y formas (rojizas, jaspeadas, de color azul, redondeadas como la variedad de bobby...), aunque cabria destacar, por su ternura y sabor, la judía de manteca o de cera, de color amarillo pálido.
Para saber si su estado es bueno y están en su mejor momento, una de las señales que debemos observar (además de su color, que debe ser brillante y sin manchas anormales) es que las semillas no se marquen en la vaina y que esta si la doblamos, no es elástica sino que tiende a romperse, señal inequivoca de su frescura. Una vez en casa, podemos dejarlas dentro del frigorífico, en la parte menos fría dentro de una bolsa de plástico agujereada hasta un máximo de diez días.
Si queremos congelarlas, es recomendable poner a escaldarlas previamente en agua hirviendo durante unos minutos,
Para saber si su estado es bueno y están en su mejor momento, una de las señales que debemos observar (además de su color, que debe ser brillante y sin manchas anormales) es que las semillas no se marquen en la vaina y que esta si la doblamos, no es elástica sino que tiende a romperse, señal inequivoca de su frescura. Una vez en casa, podemos dejarlas dentro del frigorífico, en la parte menos fría dentro de una bolsa de plástico agujereada hasta un máximo de diez días.
Si queremos congelarlas, es recomendable poner a escaldarlas previamente en agua hirviendo durante unos minutos,
ya cortadas si el corte que le queremos haceres transversal, y luego guardarlas en bolsas de plásticos especiales para congelados. De todas formas, siempre es mejor que las que adquiramos frescas las cosumamos en el acto o en el plazo de pocos días, pues en el supermercado podemos encontrarlas ya congeladas o en conserva a muy buen precio.
Hay mil maneras de prepararlas y además ahora que se alternan los días fríos con otros más calurosos, se pueden hacer tanto en recetas calientes como frías o templadas, por ejemplo una ensalada de judías verdes, patatas y rúculas con aliños de nueces, o con un plato de pasta, en la ensaladilla rusa o simplemente rehogadas a modo de guarnición.
Tienen muy pocas calorias y casi nada de grasa, aportan hidratos de carbono, proteinas, fibras, mucha agua, y minerales como potacio, calcio y fósforo. Son por tanto ideales para esta época del año, en la que nos gusta cuidarnos un poco más y aligerar nuestra dieta.
Hay mil maneras de prepararlas y además ahora que se alternan los días fríos con otros más calurosos, se pueden hacer tanto en recetas calientes como frías o templadas, por ejemplo una ensalada de judías verdes, patatas y rúculas con aliños de nueces, o con un plato de pasta, en la ensaladilla rusa o simplemente rehogadas a modo de guarnición.
Tienen muy pocas calorias y casi nada de grasa, aportan hidratos de carbono, proteinas, fibras, mucha agua, y minerales como potacio, calcio y fósforo. Son por tanto ideales para esta época del año, en la que nos gusta cuidarnos un poco más y aligerar nuestra dieta.
Con Bacalao y Pimientos
Con Bacalao y Pimientos
Ingredientes:
500 g de judías verdes
(Planas, frescas)
500 g de agua
300 g de lomo de bacalao
(Desalado)
2 dientes de ajo
40 g de aceite de oliva
(Virgen extra)
(un chorrito para el bacalao)
1 pellizco de sal
150 g de pimientos rojos
(Asados, cortados en tiras)
500 g de judías verdes
(Planas, frescas)
500 g de agua
300 g de lomo de bacalao
(Desalado)
2 dientes de ajo
40 g de aceite de oliva
(Virgen extra)
(un chorrito para el bacalao)
1 pellizco de sal
150 g de pimientos rojos
(Asados, cortados en tiras)
Preparación:
Retire las hebras y corte las judías en trozos de 2 - 3 cm. Colóquelas en el recipiente varoma, tape y reserve.
Ponga el agua en el vaso, sitúe el varoma en su posición y programe 20 minutos, temperatura varoma, velocidad 1. Mientras tanto, coloque los lomos de bacalao sobre un trozo de film transparente, riegue con un chorrito de aceite de oliva y envuélvalo con el film.
Coloque la bandeja varoma con el bacalao, tape el varoma y programe 10 minutos, temperatura varoma, velocidad 1. Retire el varoma y vacie el vaso.
Ponga en el vaso el ajo y el aceite. Pique 5 segundos, velocidad 7 y sofría 6 minutos, temperatura varoma, velocidad 1. Mientras tanto, coloque las judías en una fuente de servir y espolvoréelas con la sal. Separe las lasca del bacalao, póngalas sobre las judías y distribuya encima las tiras de pimiento. Vierta el contenido del vaso en la fuente y sirva inmediatamente.
Retire las hebras y corte las judías en trozos de 2 - 3 cm. Colóquelas en el recipiente varoma, tape y reserve.
Ponga el agua en el vaso, sitúe el varoma en su posición y programe 20 minutos, temperatura varoma, velocidad 1. Mientras tanto, coloque los lomos de bacalao sobre un trozo de film transparente, riegue con un chorrito de aceite de oliva y envuélvalo con el film.
Coloque la bandeja varoma con el bacalao, tape el varoma y programe 10 minutos, temperatura varoma, velocidad 1. Retire el varoma y vacie el vaso.
Ponga en el vaso el ajo y el aceite. Pique 5 segundos, velocidad 7 y sofría 6 minutos, temperatura varoma, velocidad 1. Mientras tanto, coloque las judías en una fuente de servir y espolvoréelas con la sal. Separe las lasca del bacalao, póngalas sobre las judías y distribuya encima las tiras de pimiento. Vierta el contenido del vaso en la fuente y sirva inmediatamente.
Preparación: 20 min.
Total: 50 min.
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